Crecimiento de las tecnologías en el 2010

sábado, 13 de febrero de 2010

Éxito Total con nuestra Red Académica Web 2.0

El sábado 13 de febrero los colegas de la asignatura "Herramientas de las tecnologías de la Informaciòn" creamos uan red de trabajo académico-profesional en lìnea con la Web 2.0

FELICIDADES por este logro!

Grupo de Gerencia en Tecnologías de Información

La evolución de la Humanidad a través de la
Web 1.0, Web 2.0 y Web 3.0
Oscar Dávila.

Diciembre de 2009.


En este pequeño encuentro hablaremos de la Web 1.0, la Web 2.0 y la Web 3.0, como formas de describir la funcionalidad de los servicios Web del ciberespacio.

Web 1.0
Desde la inserción de la tecnología Web a finales del siglo XX, la receptividad y uso exponencial de los sitios y páginas web se mantuvieron en constante crecimiento. A la Internet le tomó 4 años alcanzar 50 millones usuarios en todo el mundo, y gran parte fue gracias a los servicios Web.

Así, en una primera generación de sitios y páginas Web, la funcionalidad era definida por un administrador, conocido popularmente como “Web Master”. Muchas empresas y organizaciones públicas llegaron incluso a crear este cargo. Pero sería un cargo que tendría una temprana caducidad, porque este tipo de esquema delegaba toda el trabajo en esta persona, quien era el encargado de adicionar, modificar y/o eliminar toda la información visible en el sitio Web. La dependencia de todos los usuarios de este sitio, hacía que el esquema fuese totalmente vertical con las respectivas desventajas que esto implicaba. Así se cumplía la premisa de que, unos pocos proveedores de información escribían para muchos receptores de la misma.



Web 2.0
Con la filosofía de trabajo de la Web 2.0, se dio participación a este usuario receptor pasivo, para convertirlo en un ente generador de información de manera activa, a través de múltiples herramientas de uso gratuito en la Internet. Tales herramientas venían representadas en los Blogs, wikis, bookmarks, herramientas asistidas para creación de sitios web, portafolios de fotografías, gestores de archivos y videos, entre otras cosas. Lo que dio realmente empuje a la filosofía de trabajo Web 2.0 fue el uso de agregadores o canales dinámicos (RSS), que permitían que en un sitio Web creado por un usuario común y corriente, pudiese estar también mostrada parte de la información de otro usuario. A este proceso de mostrar contenidos de otros sitios Web y que eran actualizados de manera automática se le llamó “sindicación dinámica en la Web”.

Fue así, como con estas nuevas herramientas en línea, un usuario podía crear un blog o un sitio web, y en una esquina o ala lateral del sitio podían verse los enlaces a los contenidos de los blogs de otra persona. De esta forma se establecían redes de trabajo entre investigadores, periodistas, educadores, y personas en general. Al mismo tiempo estas herramientas permitían que varias personas pudieran acceder a la modificación y/o actualización del sitio Web, liberando la dependencia que antes se tenía de un Webmaster.


Web 3.0

Hoy en día, muchos autores coinciden que aún estamos en la forma de trabajo de la Web 2.0, y lo único que haría falta para que podamos tener un nivel más productivo en el teletrabajo colectivo es pasar a niveles de estandarización en el almacenamiento y distribución de la información que se pone a disposición en el ciberespacio.

Como se dijo anteriormente, actualmente cualquier persona puede colocar información en la Web, pero no tendría mucho sentido si otros usuarios no tuviesen acceso a esta información. Así se convertiría en información en la web que es inútil porque no llega a ningún usuario, o al menos no a quien realmente la necesita.

¿Se imaginan un ciberespacio con la información tan claramente almacenada y organizada de manera tal que llegara a las personas quienes realmente la necesitan? Piensen en la siguiente situación: Usted está buscando por ejemplo los roles de un buen padre de familia, y en la información de búsqueda resultante le aparece como primera opción la serie “Padre de familia” poniendo a Peter Griffin como ejemplo de un buen padre de familia. ¿Esta es la información que usted anda buscando? Claro que no. Eso pasa con cada búsqueda; los resultados que arrojan los buscadores son en la mayoría innecesarios y por lo tanto el usuario debe revisar cada enlace para ver dónde está la información que necesita. Esto es porque no hay criterios estandarizados para guardar la información, y los buscadores hacen sus “búsquedas” por analogías de los términos y no por lo que realmente significan.

Un ejemplo más claro es que, usted esté buscando modelos de taladros percutores, y en la búsqueda aparezcan taladros petroleros. El buscador no distingue entre un taladro doméstico o industrial de uno para pozos petroleros; ¿Por qué no puede? porque se escriben de la misma forma.

En cambio lo que se desea alcanzar con la significancia de la Web 3.0 es que la información esté almacenada pero con significado, de manera que puedan existir diferencias entre la semántica o connotación que se da a cada palabra. Así se podrán hacer amplias diferenciaciones entre un “banco” para solicitar un crédito, un “banco” de peces, un “banco” en la llanura, y un “banco” para sentarse.

Para esto cada dato debe tener asociado un metadato, es decir, un dato adicional que explique el dato. Es por ello que se dice que la filosofía de la 3.0 le da cierto nivel de inteligencia a la Web, porque de alguna manera está razonando algo como lo siguiente: Si este usuario está buscando créditos hipotecarios, entonces no le voy a colocar en los resultados de búsqueda nada que tenga que ver con bancos de peces o bancos para sentarse.


Inteligencia humana vs. Inteligencia Artificial

Pero ciertamente no es la Web, ni el buscador, ni las redes las que hacen este tipo de razonamientos. Son los datos bien definidos con sus metadatos, que darán respuesta a preguntas o problemas bien definidos también. Esa estandarización en el almacenamiento es lo que permitirá hacer búsquedas más efectivas. Y por supuesto que tales bases de datos son creadas por seres humanos.

Entonces las preguntas claves serían: ¿Estamos todos los seres humanos de acuerdo para utilizar un método de almacenamiento estandarizado que nos permita comunicarnos mejor? ¿Están nuestros contenidos web listos para ser normalizados para que lleguen a la mayor cantidad de gente posible?

La Web 3.0 es hoy día una teoría, y quizá podrán verse adelantos aislados de laboratorio. Pero ciertamente la aparición fluida de este tipo de filosofía de teletrabajo será un indicio importante para medir la evolución de las relaciones humanas y de las sociedades en general.


Oscar Dávila
Odavila@uc.edu.ve